| El 25 de Julio de 2004 estuvimos canalizando a Jeshua en nuestro lugar de trabajo particular en Tilburg. Abajo pueden leer el texto, así como también las respuestas de Jeshua a preguntas de la audiencia. El texto hablado ha sido en cierto modo corregido para facilitar su lectura.
Este mensaje fue traducido desde el holandés al inglés por la dra. Wendy Gillissen (sitio web www.reincarnatietherapie.com), y luego desde el inglés al español por Sandra Gusella sgusella@gmail.com.
Querida gente,
Es con gran placer y felicidad que les hablo a ustedes a través de Pamela y les doy la bienvenida en este lugar, donde se han reunido para escucharme, un viejo amigo de ustedes. Yo soy Jeshua, yo he estado entre ustedes en mi vida en la tierra como Jesús. Yo he sido humano y sé todo por lo que ustedes pasan como seres humanos en un cuerpo terrestre y en una vida terrestre. Y he venido aquí a ayudarlos a comprender quiénes son ustedes. Todos ustedes presentes aquí y muchos entre ustedes, quienes leerán este texto más tarde, son trabajadores de la luz (lightworkers). Ustedes son ángeles de luz, quienes han olvidado quiénes son realmente. Todos ustedes han pasado muchas pruebas en su viaje en la tierra, a través de muchos tiempos de vida terrestres. Y yo conozco estas pruebas desde adentro.
Ahora ustedes han llegado a un punto en su historia del alma, donde está ocurriendo una finalización, una terminación de una cierta etapa en esa historia. Todos ustedes están en un punto en su desarrollo donde están teniendo un fuerte contacto con el Ser interior que ustedes realmente son, con su Ser Superior que es independiente del tiempo y del espacio. Ustedes están en el proceso de admitir a su ser interior o superior dentro de su ser terrenal, dentro de sus vidas presentes.
Todos ustedes están aún un poco incómodos contactando a su ser superior o elevado, porque han olvidado que ustedes mismos son esta gran fuente de luz. Ustedes han olvidado que todo el conocimiento y el amor que ustedes están buscando, está presente en su propio campo de energía, su propia aura. Sin embargo, todos ustedes han comenzado a contactar la fuente más profunda de luz interior. Por lo tanto ahora ha llegado a ser apropiado en su sendero de vida asistir a otros – ya sea profesionalmente o no – en su camino interior. Incluso cuando su propio viaje interior aún no ha finalizado, ustedes son capaces, desde un cierto punto en adelante, de compartir con otros sus energías de discernimiento y sabiduría. Todos ustedes se sienten llamados a esto.
Desde el momento en que ustedes asumen sanar o ser un maestro, aparecen un cierto número de trampas en su camino. Esto tiene sus raíces en ciertas incomprensiones acerca del proceso de los demás para volverse completos y su parte en esto. Hoy me gustaría hablarles acerca de estas trampas.
¿Qué es la sanación? ¿Cuál es la esencia de la sanación? ¿Qué sucede cuando alguien logra ‘estar bien’, ya sea a nivel psicológico, emocional o físico? Lo que sucede es que esta persona es capaz de conectarse, en un nivel más profundo, con su propia luz interior, con quien él o ella realmente son. Esta conexión tiene un efecto sanador en todas las capas del ser, en el nivel psicológico tanto como en los cuerpos físicos y emocionales.
Lo que cada persona busca en un sanador o terapeuta es un espacio energético, en el cual él sea capaz de contactar su propia luz interior. El sanador o terapeuta puede ofrecer este espacio porque él ya ha hecho esta conexión dentro de él mismo. El sanador tiene a su disposición una frecuencia, una frecuencia energética dentro de su ser, la cual tiene la solución para el problema del que busca la sanación. Ser un sanador o terapeuta significa: llevar la frecuencia energética de la solución en su campo de energía y ofrecerla a alguien más. Esto es lo que es, nada más. Básicamente, es un proceso que puede tener lugar sin palabras o acciones. Es la propia energía que ustedes tienen como terapeuta o sanador, la que tiene el efecto de sanación. Es su energía ‘iluminada’, que ustedes ofrecen como un espacio, en el cual algún otro puede contactar su luz interior, su propio centro. Es este contacto interior lo que hace que ocurra la sanación. Toda sanación en realidad es auto-sanación. Sanar o ayudar, en esencia, no tiene nada que ver con habilidades específicas o con conocimiento específico que pueda ser aprendido de libros o tomando cursos. El poder de sanación no puede ser adquirido a través de algo externo. Se trata de la ‘frecuencia de la solución’ que está presente en su campo de energía como resultado de su propio crecimiento interior y claridad de conciencia. Con frecuencia esto no está aún completo en todos los aspectos, porque todos ustedes aún están implicados en procesos personales de desarrollo de la conciencia. Sin embargo hay partes en su campo de energía que han llegado a ser tan claros y puros, que pueden tener un efecto sanador en los demás.
Es esencial comprender que este efecto no tiene que ser trabajado. Es el paciente o cliente quien decide si asimila o no la frecuencia, si la admite. Es su elección. Ustedes la ofrecen, por quienes son, por ‘estar ahí’ para el otro. No es por las habilidades o conocimiento que hayan aprendido de alguien más, que ustedes sanan, sino puramente por quienes ustedes son, por el camino interior que han seguido. Es especialmente en el terreno de los problemas por los que ustedes mismos han pasado, y por haber sentido las emociones acompañantes en el centro de su ser, que ustedes pueden dar una mano al otro de la mejor forma posible. Por consiguiente, la auto-sanación, tomar responsabilidad por sus heridas internas y cubrirlas con la luz de su conciencia, sigue siendo muy importante para los trabajadores de la luz. Es la habilidad de auto-sanación lo que los convierte a ustedes en un sanador o trabajador de la luz. Es la frecuencia de la solución en su campo de energía lo que hace posible que los demás encuentren el camino para su propia auto-sanación.
Cuando están tratando a clientes o ayudando a las personas de su entorno, ustedes frecuentemente ‘leen’ su energía y le dan información, o ustedes tratan a alguien energéticamente, con energía. Pero el cliente o persona con la cual ustedes están trabajando está igualmente ocupado ‘leyendolos’ a ustedes. Exactamente como ustedes están sintiendo su energía, él está, conciente o inconscientemente, absorbiendo su energía. Él de todos modos siente lo que ustedes dicen y lo que llevan en su ser, en su frecuencia de energía. Él los siente a ustedes. Es en la lectura que el cliente hace de ustedes que ocurre el quiebre real. Cuando el cliente siente ahí el espacio que él necesita para reparar el contacto interior con su propio Ser, sus palabras y acciones adquieren una cualidad sanadora. Entonces ellos pasan a ser los transportadores de luz y amor que el cliente puede llevar hacia el centro de su propia luz y amor. Cuando hay una intención honesta de ayudar a alguien que viene a ustedes, él está abierto a su energía de tal modo, que puede ser tocado por las partes que son más puras en su propio ser. Estas partes de ustedes no son un resultado de los libros que leyeron o del material que han aprendido; no son meras herramientas o instrumentos. Son el resultado de una alquimia personal, de una transformación personal de la conciencia que lleva su sello único. Me gustaría enfatizar esto profundamente, ya que parece haber una tendencia entre los trabajadores de la luz (personas quienes, por su naturaleza, sienten un fuerte impulso de ayudar a los demás) de estar siempre buscando un nuevo libro, un nuevo método, una nueva habilidad, que pueda ayudarlos a ser un mejor terapeuta o sanador. La verdadera sanación es tan simple.
Cuando yo viví en la tierra, algo manaba de mis ojos. Mis ojos mostraban una energía que tenía un efecto sanador inmediato sobre las personas que estaban abiertas a ésta. Esto no era un truco mágico o un efecto especial. Yo estaba en contacto con mi fuente interior de verdad. Yo podía permitir que la luz y el amor divino que eran mi herencia –exactamente como es su herencia- emanaran desde mí hacia otros seres vivos. Esto tenía un efecto sanador sobre aquellos que estaban verdaderamente abiertos a esto. Lo mismo sucede con ustedes. En este aspecto, ustedes no son diferentes a mí. Todos ustedes han caminado por el sendero interior de libertad y autorrealización, para llegar al mismo punto al cual yo llegué cuando viví en la tierra. Todos ustedes están en el proceso de llegar a ser concientes del Cristo en ustedes mismos.
La energía Crística es su destino y su meta y ustedes están siempre llegando cada vez más cerca de este destino. Es el Cristo en ustedes quien sana y cura como una consecuencia natural de quien él es. Muy frecuentemente ustedes aún se identifican con el alumno, aquel que se sienta a los pies de un maestro y escucha y pregunta y busca. Pero yo les estoy diciendo a ustedes, que el tiempo de ser un alumno ha terminado. Es hora de que clamen su maestría. Es tiempo de darle al Cristo en ustedes la oportunidad de manifestarse en su realidad diaria, terrestre.
Para realmente llegar a ser uno con la conciencia Crística, y alcanzar su maestría como un sanador, ustedes necesitan liberar un número de cosas. Estas cosas representan las trampas en el camino para llegar a ser un sanador. Es acerca de esto que hoy quiero hablarles. Diferenciaré entre tres áreas en las cuales se les pide que liberen.
La trampa de la cabeza La primer trampa yace en el área de la cabeza, de la mente. Ustedes son muy diestros analizando, a través de la reflexión, del pensamiento lógico. Sin embargo, el mental, la parte pensante de ustedes, es mucho más una parte del mundo de la dualidad. Con el ‘mundo de la dualidad’ queremos decir una realidad de la conciencia en la cual los hechos son divididos en bueno o malo, luz o oscuridad, masculino o femenino, amigo o enemigo, etc. En otras palabras: una realidad de la conciencia en donde no es reconocida la unidad implícita de todos los fenómenos, pero en donde el juicio y la discriminación son vistos como verdaderos y objetivos. La energía Crística es realmente una energía que está por encima o por debajo de la dualidad. Ella es la que forma la unidad debajo de las polaridades. Pero la mente no reconoce este flujo de unidad. A la mente le gustaría disgregar el flujo de unidad en partes, categorizarlas y colocarlas en compartimentos separados. A la mente le gusta diseñar estructuras, teorías que puedan ser colocadas sobre la realidad, sobre la experiencia directa.
Esto también sucede cuando ustedes tratan de ayudar a otros. Desde una perspectiva racional, ustedes tratan de ubicar los síntomas individuales de un cliente en un marco más amplio, en una categoría más general, y a ustedes les gusta inventar toda clase de teorías acerca del tipo de problema y la solución para éste.
Ahora, yo no estoy diciendo que todo esto esté mal. Pero lo que me gustaría pedirles es esto: cuando ustedes estén trabajando con otros, ya sea profesionalmente o en su vida personal, traten y liberen todos sus pensamientos y razonamientos, de todas sus consideraciones racionales acerca de cuál es el problema con el otro, y simplemente escuchen la energía del otro. Traten de sentir con su corazón e intuición dónde está el otro, en su mundo interior. Éste ha sido el propósito del ejercicio que Gerrit ha realizado con ustedes anteriormente, el segundo ejercicio. (Jeshua se refiere a dos ejercicios de meditación que se hicieron al comienzo de la sesión. Los encontrarán escritos al final del texto.)
Frecuentemente, ustedes tienen toda clase de ideas acerca de lo que algún otro debería o no debería hacer para encontrar el camino interior. Y estas ideas suelen ser más o menos exactas. Pero la cuestión es: ellos no siempre están sintonizados con la energía del otro en el ahora, en este momento en el tiempo. Podría ser que el otro necesite un camino completamente diferente o una energía que ustedes puedan sondear con sus mentes racionales.
Me gustaría invitarlos a ver y a sentir a la otra persona solamente desde el lugar aún intuitivo dentro de ustedes mismos, donde trascienden la dualidad y vienen al hogar dentro de la energía Crística. Yo los invito a ustedes a sentirse realmente inspirados por el otro cuando le ofrecen ayuda a él o a ella.
La solución entonces suele ser muy simple.
Piensen, por ejemplo, en los padres que quieren ayudar a sus hijos con los problemas que les surgen en el camino. Con frecuencia, debido a la experiencia, los padres ven ciertas cosas con mayor claridad que sus hijos, y ellos pueden ver las consecuencias de ciertas acciones antes de que sus hijos las vean. Desde este conocimiento, los padres querrían salvar a sus hijos de situaciones negativas o prevenirlos, y los incitarían a rever sus elecciones. Esto podría parecer ser una buena manera de ayudar, desde el punto de vista de la mente.
Pero si un padre sintonizara con el niño desde su lado interior intuitivo, calmo, y solo escuchara lo que el niño le está pidiendo, podría ser completamente otra cosa. Porque lo que a menudo el niño necesita desde su interior profundo es la honesta confianza de su padre.
“Confía en mí, déjame ser quien yo soy. Déjame cometer errores, déjame tropezar, déjame ser quien yo soy, y mantén tu confianza en mí”. Su honesta confianza en su hijo puede alentar a su hijo a ir dentro de sí mismo y consultar su propia intuición. Esto puede ayudarlo a tomar una decisión que él sienta que es realmente buena y que también sea incomprensible desde su punto de vista. Si, por ejemplo, ustedes intentan que su hijo haga algo desde la estructura de su mente, su niño percibirá en ustedes un sentimiento de desconfianza, que causará una reacción de resistencia y que incluso tal vez lo lleve a elegir aquello que ustedes no quieren.
El niño los ‘lee’ a ustedes cuando le ofrecen asistencia. Está en la naturaleza de los niños ver a través de las palabras y sentir sus miedos implícitos. Ellos a menudo responden con aversión, comienzan a resistirse y parecen incapaces de razonar. Pero con frecuencia son los padres los que han perdido contacto con sus sentimientos más profundos debido al temor; el problema está en que ellos son sólo receptivos a la razón. Ellos ignoran su conocimiento intuitivo, que puede construir un puente entre ellos y sus hijos.
Estoy mencionando este ejemplo porque es muy común y muy fácil de relacionar, y porque es muy difícil asistir a sus hijos solamente desde su conocimiento intuitivo. Liberar. De esto se trata. Liberar sus ideas, sus pensamientos acerca de lo que es correcto para el otro. Ir del todo al ahora y preguntar: ¿qué necesitas de mí?
Eso es poder; ese es el poder de sanación que ustedes le dan a algún otro. Y a menudo, lo que es transmitido es lo que el otro está pidiendo: ten paciencia conmigo. Confía en mí, rodéame con tu fe, incluso si me equivoco casi siempre.
La trampa de la cabeza es el origen de muchas preocupaciones. En realidad, todo es mucho más simple. En cualquier situación difícil, traten y encuentren con sus sentimientos e intuición el nivel de energía en el cual todo llega a ser muy claro y simple. Ustedes no tienen que pensar, solo escuchar. Ése es el lugar de la energía Crística. Ése es el lugar donde yo los estoy esperando.
La trampa del corazón La segunda trampa cuando ayudan a otros, que quisiera mencionar, está en el área del corazón, el centro de los sentimientos. El corazón es un punto de encuentro de muchas energías. Forma el puente entre el cielo y la tierra. Puede construir un puente entre diferentes puntos de vista. El corazón ‘reúne’ energías de diferentes orígenes y es capaz de reconocer la unidad implícita. Ella puede trascender la dualidad con la ayuda de las energías de amor y compasión. El corazón es la residencia de la armonía y la compasión con todo lo que está vivo y animado. Por consiguiente es también su centro de empatía. El corazón juega un papel muy importante en el acompañamiento y la orientación a otros. Con su corazón, ustedes pueden sentir el dolor de los demás y sostenerlos con amor y compasión.
Sin embargo, también hay un peligro en esto. Su compasión y empatía pueden llegar muy lejos. Tan lejos, que ustedes pierden una parte de ustedes mismos en el otro.
Ustedes deben saber, que cuando entregan demasiado de ustedes mismos porque se dejan llevar por el sufrimiento de algún otro, la ‘execiva’ energía se volverá contra ustedes. Esta parte de energía va hacia la otra persona pero no contribuye a la solución de su problema, porque no proviene de un total estado de equilibrio. En realidad, esta energía sobrante proviene de un dolor en ustedes del cual no son plenamente conscientes. Este dolor los vuelve a ustedes ‘exagerados’ en dar.
Ustedes pueden distinguir cuando están haciendo esto. Sucede cuando han hablado con alguien, o han dado a alguien un tratamiento, y más tarde se sienten vacíos, frustrados, o desalentados. Esto indica que ustedes han dado demasiado.
Cuando dan desde una posición de equilibrio, ustedes se sienten libres, alegres e inspirados. En seguida vuelven a su propia energía fácilmente. Entonces el otro desaparece de su campo de energía. Su aura se cierra y ustedes siguen su camino separado. Todo está bien.
Pero cuando permanece un enlace energético con la otra persona, porque ustedes quieren tan profundamente que él o ella estén bien o sean felices, esto tiene un efecto destructivo en su energía. En ese instante, aparece un enlace energético de dependencia emocional. Su bienestar se vuelve dependiente del bienestar de alguien más.
¿Por qué sucede esto tan fácilmente entre ustedes? ¿Por qué esta trampa es tan difícil de evitar para los trabajadores de la luz? ¿De dónde viene esta dolorosamente fuerte necesidad de sanar y hacer todo, y hacer del mundo un mejor lugar?
Hay tristeza en sus corazones. Existe en ustedes un profundo sentimiento de responsabilidad y de relación con la Tierra y con todo lo que vive en ella. Hay en ustedes una profunda añoranza por otra frecuencia de conciencia, más sintonizada con la divinidad natural de todo lo que está vivo y respira en su tierra. Ustedes están anhelando una realidad que responda a la canción de su alma. Una canción que habla de paz, alegría, unidad e inspiración creativa.
Debido a este profundo anhelo y la inquietud que provoca, ustedes con frecuencia quieren ayudar a las personas más rápidamente de lo que ellos pueden manejar. Hay impaciencia e inquietud en ustedes. Y esto hace que sea difícil para ustedes distanciarse suficientemente de las personas con las que están fuertemente involucrados. Esto claramente juega una parte en el área personal; y también en el área de ayudar a otros profesionalmente.
Liberar el dolor y la aflicción de los otros y permitirles completamente a ellos el tiempo y el espacio para ir a través de sus propios procesos, puede provocarles a ustedes un dolor interno. Esto es porque esto les recuerda su propia soledad y les da una sensación de estar perdidos en esta realidad terrestre. La diferencia entre este mundo imperfecto y la otra realidad energética con la que ustedes sueñan, mucho más pura y bella que ésta, los hiere por dentro profundamente. A esto se debe, que en el área del corazón, la trampa sea la impaciencia.
Esta impaciencia toma la forma de un gran compromiso con una buena causa, o de la intensa preocupación por el bienestar de los otros. Toma la forma de dar demasiado. Si ustedes observan este impulso en ustedes mismos, esta ansia por ayudar o la lucha por una buena causa, sientan la impaciencia en eso, la parte de negación de la realidad como es aquí y ahora. Sepan también que cuando ustedes son plenamente concientes de esto, pueden dejarlo ir. Tan pronto como ustedes reconozcan que su ansia e impaciencia vienen de un dolor y tristeza internos, ustedes pueden dejar de dar demasiado. Las cosas se vuelven muy simples nuevamente.
Lo único que es conveniente hacer como sanador y trabajador de la luz es dejar que su energía esté disponible para los demás. Ser simplemente quienes son y estar en paz con ustedes mismos. La frecuencia de la solución está en su campo de energía. Frecuentemente, atraen hacia ustedes a las personas con los mismos tipos de problemas por los cuales ustedes mismos han pasado. Ustedes han llegado al fondo de estos problemas por ustedes mismos, con su corazón y alma, y por lo tanto han alcanzado una sabiduría y pureza en estas áreas que han pasado a formar parte de su ser. Lo que llega a ser parte de su ser es sagrado, inviolable. No puede perderse. No es un conocimiento aprendido del cual ustedes se puedan olvidar. Son ustedes transformados por la vida, por la experiencia y por el deseo de aprender y comprender. Entonces lo que ustedes tienen que compartir con los demás, con el mundo: ustedes mismos. Lo único que necesitan para ofrecerlo es ir a los lugares o hacer las cosas que los hacen sentir inspirados, y luego dejar que los otros sean tocados por su energía, o no. Esto es asunto de ellos. No hay nada más que deba hacerse, realmente… Este es el trabajo de luz que han venido a hacer.
Cuando ustedes se atreven a vivirlo de esta manera, la energía que ponen en dar demasiado, y en dejarse arrastrar por el fuerte deseo de mejorar las cosas, ¡podrían ahora dársela a ustedes mismos para un cambio! Ustedes han vivido muchas vidas en la tierra que fueron duras y difíciles. Vidas en las cuales trataron de encarnar parte de su luz interior y fueron castigados por eso. Vidas en las que ustedes tuvieron que luchar todo el tiempo en lugar de ser quienes verdaderamente son y florecer. Este momento en la historia les ofrece la oportunidad de ser quienes ustedes son. Ser quienes ustedes son también implica: ¡ni más ni menos que disfrutarse a ustedes mismos! ¡Disfrutar la vida! Estén preparados para finalmente ver la belleza en esta existencia terrestre, aun cuando tantas cosas estén mal. Traten y asimilen las chispas de belleza en sus auras cada día. Traten y véanlas en medio de toda la fealdad, de toda la disonancia. Traten de disfrutar, tomen eso que se les ofrece, y reciban. ¡Atrévanse a recibir!
Aquellos trabajadores de la luz, que también puedan recibir y realmente puedan disfrutarse a sí mismos, serán más centrados y poderosos, y por lo tanto incluso radiarán más frecuentemente la ‘frencuencia de la solución’ desde sus campos de energía. Ellos no se vacían a sí mismos dando demasiado. Ellos se permiten fácilmente dar igual que recibir, y de ese modo tanto el flujo de dar como el flujo de recibir llegarán a ser más fuertes en sus vidas.
La trampa del deseo Ahora quisiera llevarlos a la última trampa en el camino de ser un sanador/ayudante que quiero discutir con ustedes. En filosofía y psicología, hay una distinción tradicional entre la cabeza, el corazón y el deseo. He mencionado una trampa en el área de la cabeza, y una en el área del corazón, y quisiera finalizar con la trampa del deseo.
El deseo puede ser localizado en el plexo solar, un centro de energía cerca del estómago. Este centro dirige la habilidad de actuar, la manifestación de su energía interior en el plano físico, terrenal. Cuando el deseo está conectado a su intuición, la parte calma de ustedes que trasciende la dualidad, todo fluye sin esfuerzo. El deseo entonces llega a ser la extensión de Cristo en ustedes. Ustedes pueden reconocer esto por el hecho de que sienten alegría en las cosas que hacen. Que su corazón se abre con las cosas que hacen. Pero con frecuencia, ustedes no están bien sintonizados con el flujo. Hay una parte de ustedes, que yo llamo su deseo personal, que no siempre quiere oír la voz del silencio. Desde su deseo personal ustedes querrán realizar cosas de un modo diferente, a menudo más rápidamente que el flujo natural. Ustedes pueden reconocer esto cuando hay una inquietud dentro de ustedes.
Cuando ustedes están separándose del flujo natural de su energía, con frecuencia son distraídos por el juicio exterior. Esto puede ser muy ruidoso y tiene un gran impacto y les hace sentir ‘tengo que hacer esto’, ‘tengo que hacerlo ahora’. Lo que caracteriza a este uso forzado del deseo es la presión a hacer algo. Emerge una tensión interna que viene simplemente de no querer liberar y confiar en su ser superior. Confíen en la calma fuerza de conocimiento en ustedes que está fuera del tiempo y del espacio.
Usar el deseo personal excesivamente también puede jugar una parte al ayudar a otros. En esencia, esta trampa está fuertemente conectada a la impaciencia que puede vivir en el corazón. Aquí también hay una tendencia a querer dar demasiado a la vez y a querer ir más rápido que lo apropiado. En el área del corazón, esto era provocado por una tristeza implícita, un profundo anhelo por más armonía en el mundo. Pero en el área del deseo, esta impaciencia y deseo excesivo de ‘hacer’ viene del deseo por el poder personal.
Por favor no tomen el poder personal en el ‘mal’ sentido de la palabra, por ejemplo, querer oprimir o dominar a los demás. Esa etapa hace mucho que ha sido pasada por todos ustedes. Ustedes tienen un profundo sentido del valor de la vida. El episodio del abuso del poder a expensas de otros ha formado parte de su historia.
Aún hay una parte dentro de ustedes que quiere tener poder, en el sentido de querer influenciar la realidad. Ustedes no confían lo suficiente en el flujo natural, en el ritmo natural de la vida. Este ritmo frecuentemente es más lento de lo que ustedes esperarían desde su deseo personal.
La razón para esta lentitud es que todo proceso de creación interior comienza en el nivel de la conciencia y tiene que recorrer un largo camino para llegar a expresarse en su densa realidad material. Todo lo que ustedes crean, la inspiración que ustedes quieren volver físicamente real, tiene que ir a través de una serie de pasos. Pueden ver el proceso de creación como un descenso a través de los chakras, a lo largo de la tierra. Cada paso de este camino les pide a ustedes, los creadores, confiar y sintonizar con el conocimiento silencioso interior, que está siempre ahí y trasciende el tiempo y el espacio.
Cuando ustedes pierden contacto con este punto de silencio, este conocimiento interior, su deseo personal comienza a actuar. Esto crea más inquietud y más desvíos de lo que realmente es necesario. Este ‘error’ también juega una parte al ayudar a los demás.
Todos ustedes tienen un impulso interior, del modo que sea, a traer Luz a esta realidad. Podría ser que tengan su propia clientela o que asistan a otros profesionalmente en su trabajo. O podría ser que ustedes solo ejerciten esto en su entorno personal. Esto no hace diferencia. Lo que es importante es que ustedes encuentran satisfacción siendo un sanador y trabajador de la luz, que esta energía sanadora dentro de ustedes puede fluir hacia fuera y que ustedes se sienten creativos e inspirados por ella. Para que esto suceda es necesario liberarse de su deseo personal y confiar en aquello que sale de ustedes por sí mismo.
A menudo es difícil para ustedes sólo confiar, porque alcanzar sus metas frecuentemente lleva más tiempo de lo que ustedes piensan. ¡Pero tomen el ‘tiempo mientras tanto’ para disfrutarse! Rodéense de todo lo que les guste, de todo lo que necesiten y después de algo más. Atrévanse a permitirse algunos lujos, en todo concepto. Sepan que todo el trabajo interior que ustedes realizan mientras tanto, eleva la ‘frecuencia de la solución’ en su campo de energía. Eso atrae a su camino a las personas que pueden ser ayudadas por ustedes.
Liberar es amor Superar las trampas descriptas anteriormente siempre se logra con formas de liberación. Dejar de pensar demasiado, dejar de identificarse demasiado emocionalmente, liberar el uso excesivo del deseo. Pero si ustedes realmente, en confianza, liberan, ayudar a las personas (o a cualquier otra forma de vida) llegará a ser una gran fuente de alegría para ustedes. Como trabajadores de la luz experimentarán profundas satisfacciones y autorrealización. Siendo un sanador, comienza a florecer en ustedes algo de la conciencia de unidad, que todos ustedes anhelan desde hace mucho. Su conciencia se hallará entrelazada con la profunda unidad que existe entre todos los seres vivos, entre Todo Lo Que Es. Este enlace consciente con la ‘fabrica’ del Espíritu los hará felices sólo en el verdadero sentido de la palabra. Ustedes trascenderán la dualidad y entraran a un reino diferente de conciencia, uno que está basado en la unidad y en el amor. Es su sueño más profundo y su satisfacción más profunda hacer de la conciencia de unidad una realidad viva en la tierra, traerla hacia abajo al plano material. Esta es una hermosa inspiración, y por lo tanto, debido a esta meta brillante, yo les pido que sean conscientes en su energía de las tres trampas de las que hoy hemos estado hablando. Estas trampas crean inquietud y negatividad en su percepción de la realidad. Les pedimos que sean conscientes de ellas y que las liberen, porque su Ser no-dual, el Cristo en todos ustedes, no quiere otra cosa más que manifestarse en la tierra, justo aquí justo ahora.
Preguntas y respuestas ¿Cómo hace uno para tratar con la impaciencia?
En la impaciencia siempre hay un elemento de cólera. Cólera por esta realidad, porque es como es. En cuanto reconoces la energía de la impaciencia como una forma de cólera, estás ahí a medio camino. Porque tú con frecuencia piensas que la impaciencia es muy virtuosa. Que tú solamente quieres que las cosas estén mejor, y que por consiguiente sea respetable ‘empujar’ la realidad. Pero esencialmente, tu impaciencia es una forma de cólera y en la cólera en realidad siempre hay incomprensión. No ser capaz de aceptar las cosas como son siempre puede hallarse que sea una consecuencia de no comprender por qué las cosas son como son.
El primer paso para tratar con la impaciencia es realmente reconocer el núcleo de cólera, sentirlo. Entonces puedes preguntarte: ¿por qué estoy enfadado? Frecuentemente, en esta cólera hay un miedo implícito de “que nunca más estará bien”. En tu impaciencia tú dices: “es ahora o nunca”. En el deseo de conseguirlo más rápidamente, siempre hay escondido un temor a que no suceda en otras circunstancias. Este miedo se hará patente cuando tú te liberes de la cólera. Existe una pieza de vacío, de soledad en ti con la cual te estás confrontando cuando te liberas de la cólera. Hay una especie de ‘agujero negro’. A eso es a lo que le tienes miedo. “Estoy enfadado con algo fuera de mí porque tengo miedo a algo dentro de mí”. Este es el por qué de la cólera.
Cuando tú te liberas de la cólera, tienes que vivir con restricciones, con la imperfección de las cosas. La imperfección de como es esto. Aquí puedes encontrarte con tu propia soledad, o una sensación de vacío y falta de sentido. Esto puede parecer muy amenazador, pero si tú realmente lo aceptas, sin luchar más, puede aparecer en juego una energía completamente diferente. Es la energía del amor. El amor es: vivir con la imperfección. Amar al otro con todas sus fallas, amar la realidad que te rodea con toda su imperfección.
Todos ustedes encuentran la invitación del amor en su camino. El amor a menudo es tan diferente de lo que ustedes piensan que es. El amor también significa: ser capaz de dejar a los otros a su suerte, porque ustedes saben que el proceso interior de crecimiento conoce su propia dinámica, su propio ritmo. Esto es lo que realmente significa respetar a alguien. Dejar que él o ella vayan ‘con amor’.
Desde la perspectiva del amor, pueden incluso observar belleza en la dificultad por la que algún otro está pasando. Esta belleza puede ser percibida cuando ustedes realmente comprenden y respetan que todos estos pasos tienen que ser tomados, y que el alma los ha asumido para realmente vivir a través de esas dificultades, partes difíciles. A veces una y otra y otra vez. ¿Pueden observar a un ser querido cercano o lejano, revolcándose en la infelicidad, y pueden ser un espectador pasivo y mantener la fe en esa alma? Eso es amor. ¿Pueden ustedes quedarse sintiendo la naturaleza divina en el ser de esa persona, aun cuando él mata, roba, y estafa? Eso es amor.
La irritación e infelicidad que ustedes regularmente sienten con las cosas que no están resueltas, no es amor. Es una reacción comprensible, pero eso no es amor.
¿Cómo hacer para tratar con la impaciencia? Permítanse sentir su tristeza causada por lo que no está completo. En cuanto a la solución que no está a la vista, debido a la imperfección. Permítanse sentirse triste por eso.
Tú nos hablas de que el motivo de la impaciencia, de esa cólera, es la soledad. Tú incluso hablas de un agujero negro. ¿Cuál es la raíz de esto?
Dentro de todos ustedes existe ese agujero negro, del cual se echan atrás cuando ustedes se entregan a la impaciencia y a la cólera. Es un hoyo negro, un lugar vacío donde todo se desmorona, es decir donde ustedes no se sienten conectados, sino solos y sin sentido. La soledad, el abandono es un gran tema para todos ustedes y es debido al miedo a esto que ustedes a veces también están preocupados por el bienestar de otro o por el bienestar del mundo.
La raíz de esta soledad o desolación ha sido parcialmente tratada la última vez – en la canalización “El dolor del nacimiento cósmico” (ver el sitio web). A la larga, su dolor está basado en la separación original del hogar, de la conciencia original, de Dios. Pero no iré más lejos en esto – ha sido discutido en aquel texto.
En ti (al hacer esta pregunta) hay un particular miedo a estar en tu propia fuerza. Tan pronto como tú te liberes de la gran preocupación por los demás, y de la impaciencia que juega una parte en ti (especialmente con respecto a aquellos con los que sientes mucha empatía) tú sientes ese agujero negro. Pero al mismo tiempo, yace en eso una invitación a realmente ir y estar en tu propia fuerza, y a encontrar una gran satisfacción, la tuya. Hay en ti un recuerdo de una asociación entre dolor y estar parado sobre tu propio poder. Esa es la raíz del problema para ti. Le temes a tu propia fuerza. Encontrar tu propio poder nuevamente es la clave para liberar la cólera y admitir la felicidad y la creatividad en tu vida.
En el mundo médico hay mucho conocimiento, mundial, que podría ser útil a muchas personas, pero que no se pone en práctica debido a cuestiones de poder. Por ejemplo la plata y el oro coloidal, recursos simples pero muy poderosos. Todo gira alrededor del poder. Esto me pone muy triste y enojado. ¿Cómo puedo resolver esto?
Tú eres un ángel, agitando sus puños hacia el cielo. Porque tú estás tan enojado por todo lo que ves. La luz del cielo brilla sobre todo y cada uno aquí en la tierra. Pero todo y cada uno tiene libre albedrío, y está involucrado en un proceso de desarrollo de la conciencia, que hace posible que haya un tremendo e injusto sufrimiento, frente a tus ojos. El eslabón que necesitas en tu conciencia para llegar a una básica aceptación de esto, es una verdadera comprensión del libre albedrío.
El libre albedrío es algo asombroso. Supone que ustedes tienen la habilidad de llegar a estar completamente separados de Dios, del Hogar, de la fuente original. A raíz de esta separación hay un profundo deseo de descubrir, de investigar, de crear. En la base de la oscuridad más profunda está la creatividad más profunda.
Querer investigar todo, incluyendo la profundidad más profunda, viene de un impulso creativo –divino-. Cada alma individual tiene el derecho de nacimiento a investigar todo. Y en cada alma también está la motivación para conocer todos los extremos. No sólo desde la mente, sino especialmente desde la experiencia, desde el cuerpo físico. Porque ¿de qué otra forma pueden ustedes experimentar algo tan profundamente si no es siendo materia, si no es experimentándola físicamente mientras su conciencia está velada y ustedes no tienen conocimiento de sus orígenes? Es un motivo que está presente en cada alma, un motivo al cual ustedes necesitan respetar.
Mírense a ustedes mismos y sientan por lo que ustedes han pasado y lo que han experimentado con eso. Vean cuántos desvíos han tenido en la mente, en el corazón y en el deseo. Y vean cuánta sabiduría y belleza, que antes no estaba ahí, ha venido finalmente a existir en sus almas al tomar esos desvíos. Porque ese viaje completo a través de los extremos de la dualidad no es por nada. Ha conducido a una creación interior que es tan rica que ustedes aún no han podido desentrañar lo que han logrado en este largo viaje.
Pueden ver a todo este proceso en el cual están la tierra y la humanidad, como un gran experimento de creatividad. Y el motivo detrás de este experimento es la alegría de la creación, la alegría de la experiencia.
Cuanto más se hunden en el plano material, más difícil es contactar esa alegría y creación. Sentir eso al fin y al cabo, es la fuente de todo, de todo lo que ustedes experimentan en su realidad, del dolor y de la negatividad también. Al fin y al cabo, la alegría de la creación es la base de todo.
¿Cómo pueden ustedes sentir eso? ¿Cómo pueden ustedes hacer contacto con esto? Miren hacia arriba, no hacia abajo. Sientan la energía cósmica que es su hogar, y sientan que todas las cosas tienen significado, incluso en las horas más oscuras. ¿Pueden ustedes imaginar que todo lo que vive en la tierra crea su propia realidad? ¿Qué todos los seres concientes han utilizado su libre albedrío para atraer hacia ellos una cierta realidad? Si ustedes pueden realmente sentir que el libre albedrío es efectivo en todas las realidades, que es la propia creatividad de alguien lo que atrae hacia él lo que sucede, entonces ustedes comprenden que no hay una fuerza externa que tenga poder sobre alguien. No existe poder fuera de ustedes que pueda impedirles ser quienes son, entrar en contacto nuevamente con el núcleo divino. No hay fuerza externa, en esencia, no hay víctimas. Hay siempre libertad de elección.
Incluso los ‘impotentes’ tienen libertad de elección. Aquí también el tema es ser capaz de tener respeto por esas elecciones, sin importar cuán doloroso pueda ser. Sin importar cuan inhumano podrá parecerles, quiero invitarlos a que disfruten la vida. A mimarse terriblemente. A darse todo lo que necesiten. Aquellas instituciones de poder médico y todos los problemas que están asociados con ellos, no son su responsabilidad.
Ustedes tienen algo hermoso para compartir con esta realidad, pero eso no reside en su energía luchadora, está en quienes ustedes son. En la pureza de su ser.
¿Entonces, Jeshua, lo correcto es solo ser y no hacer? ¿Qué sucede con las personas en África, no deberíamos hacer algo por ellos?
La Compasión, la compasión real que está verdaderamente llena de amor, no es piedad sino respeto. Los niños que ustedes ven padeciendo hambre en la televisión son todas almas diferentes que han hecho elecciones, que tienen una larga historia detrás de ellos, de la cual el fragmento que ustedes ven en la televisión es solo una pieza del rompecabezas. No estoy tratando constantemente de justificar su sufrimiento, el tema es que hay una profundidad en eso, una dimensión detrás del sufrimiento, con la que ustedes no están actuando justamente con su enfado. Su respuesta de indignación es demasiado corta de vista.
Más aún, me gustaría decirles algo acerca de este infame ‘no hacer nada’. A ti en particular yo realmente te recomendaría literalmente ¡no hacer nada por un tiempo! (risas). Pero en general, quisiera decir esto con respecto al ‘no hacer’. Lo que quisiera invitarlos a hacer es: conectarse con el flujo de su intuición, y sentir qué ritmo de acción se siente correcto para ustedes ahora. Ese ritmo con frecuencia es mucho más tranquilo de lo que ustedes piensan que quieren. Al estar sintonizados con este flujo interior (la voz del silencio) la sincronicidad entra en juego: ustedes sólo actúan cuando se sienten obligados por su intuición y todo sucede de un modo suave y flexible; sin resistencia.
Este flujo es en esencia la conciencia Crística, aquella a la cual Gerrit se refirió como el silencio en su ser fuera del tiempo, del espacio y de la dualidad. (Ver el ejercicio más abajo) Cuando ustedes sintonizan con ella en su ir y venir diario, ustedes hacen mucho menos. Las cosas van a estar mucho menos atareadas y abarrotadas en su cabeza, en sus emociones, y también físicamente: en lo que ustedes hagan. Entonces ustedes están siguiendo el ritmo natural de su ser y eso crea tranquilidad.
Sin embargo, algunos de ustedes son tan adictos a ‘hacer’, que ‘no hacer’ les crea tensión. Es entonces importante examinar aquellas tensiones porque, en realidad, hay miedos que yacen en la raíz de ellas. Estos asomarán cuando ustedes ‘no hagan nada’. Antes de que ustedes puedan realmente estar a tono con su flujo interior, emergerán emociones bastante intensas, que tendrán que ser plenamente abrazadas por su conciencia antes de que se puedan disolver.
En este momento yo tengo una paciente que está tan desesperada que tiene la intención de suicidarse. ¿Debería yo entonces respetarla tanto que debería decirle: está bien, es tu elección?
Tú deberías saber que tu amor, donde el amor significa: permitirle a ella ser completamente libre en su elección, puede llevarla a un punto de cambio. La energía de querer cambiar y querer mostrar otro camino, de querer llevar a alguien a un cambio de pensamiento, siempre genera resistencia, siempre. En efecto, tú entonces le dices a alguien: tú no estás bien en el camino en que estás. Yo te amo, realmente, pero… La energía del amor incondicional, donde nada tiene que ser hecho y todo es permitido ser, puede de hecho invitar a alguien a tomar un paso hacia delante, a liberar un cierto temor. Y entonces, respondiendo a tu pregunta, te digo: sí, libera. Tú no te das cuenta que al liberar, estás dando mucho. Tú no te liberas de la otra persona, sino de tus deseos, de tu esperanza, de tus ideas acerca de lo que está bien para el otro. Lo que le das al otro al soltar estar cosas es algo asombroso. Es amor.
Ejercicios de meditación Previo a la canalización, dos ejercicios fueron hechos por Gerrit, a manera de introducir al tema de la canalización y como un medio para investigar alguno de los temas hablados a un nivel interior más profundo, no verbal.
Ejercicio 1 Siéntense o acuéstense en una posición confortable. Relajen los músculos de su cuerpo. Dirijan su conciencia a los músculos de sus hombros y cuello, y liberen toda la tensión que hay ahí. Hagan lo mismo con los músculos de su abdomen, de sus brazos y de sus piernas. Luego presten atención a sus pies y sientan su conexión con la tierra. Sientan cómo la tierra los transporta y les da quietud cuando ustedes lo necesitan. Hagan un par de inspiraciones lentas desde su abdomen.
Luego dejen que su conciencia vaya a un momento o período en su vida en el que se sintieron muy mal. ¿Qué situación surge primero? Vayan ahí. Piensen nuevamente en esa etapa, donde se sintieron realmente infelices y desesperados. Sientan otra vez cómo fue, cómo se sintieron por dentro en aquel tiempo.
Y luego vayan a la energía de la solución. Pregúntense en este momento: ¿cómo conseguí salir de eso? ¿Qué fue lo que más me ayudó? Puede ser algo que haya venido de alguien más, o simplemente desde su interior. ¿Cómo salieron de su punto más bajo? Nombren la energía que más los ayudó.
Luego dirijan su atención nuevamente a sus pies, a su respiración, y vengan totalmente de regreso al ahora.
Ejercicio 2 Siéntense o acuéstense en una posición confortable. Relajen los músculos de su cuerpo. Dirijan su conciencia a los músculos de los hombros y del cuello, y liberen toda la tensión que hay ahí. Hagan lo mismo con los músculos de su abdomen, de sus brazos y de sus piernas. Luego presten atención a sus pies y sientan su conexión con la tierra. Sientan cómo la tierra los transporta y les da quietud cuando ustedes lo necesitan. Hagan un par de inspiraciones lentas desde su abdomen.
Revoquen en su memoria a alguien de su entorno directo, alguien con quien ustedes estén encariñados y en quien ustedes estén muy interesados. Alguien cuyo bienestar esté realmente cerca de su corazón. Podría ser su pareja o hijo, o un colega o un amigo. Dejen que esa persona aparezca ante ustedes en su imaginación, y realmente admitan su presencia. Luego pregunten: “¿qué necesitas de mí?” o “¿cómo puedo ayudarte de la mejor manera?” Hagan esta pregunta, luego sólo escuchen. Escuchen lo que el otro les está diciendo o dejando que ustedes sientan. Sólo déjenlo venir a ustedes.
Luego dirijan su atención nuevamente a sus pies, a su respiración, y vengan totalmente de regreso al ahora.
El propósito de estos ejercicios es tomar conciencia de lo que es verdaderamente útil en una situación de crisis o dolor emocional. Esto puede ser bastante diferente de lo que podrían pensar que es útil (tanto para ustedes como para otro).
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