lunes, 24 de septiembre de 2007

MADRE MERCEDES

Madre Mercedes
Rubén Cedeño

La Madre Mercedes es la “Libertadora de los Cautivos”. La Madre Mercedes pertenece a la “Hermandad Cósmica de la Libertad”, conformada, en su mayoría, por Seres del Rayo Violeta.

Esta Hermandad es presidida por la Madre Alexa. La Madre Mercedes es la Virtud Divina de conceder, por vía de “Gracia” o “Regalo Divino”, el don espiritual de la Libertad, sea merecido o no por el cautivo. La “Merced”,
como virtud, es indudable que existe; su definición aparece en todos los diccionarios; por lo tanto, existe como energía, es real y tiene vida; posee voluntad, inteligencia, amor, y actúa e inspira devoción.

Ese cúmulo de condiciones de la “Merced”, como un don, es lo que se ve personificado como la “Madre Mercedes”.

Sólo una persona muy ignorante puede negar la existencia de la Madre Mercedes, que como don, existe y es innegable; y por si esto fuera poco, es conocida desde el siglo XIII en España.

Sólo una energía siniestra que desee apresar a alguien, sin esperanza de que se liberte, puede negar la existencia de tan excelsa Madre.

La acción de Liberación de la Madre Mercedes consiste en hacer recobrar la capacidad perdida del “Libre Albedrío”, que es la autodeterminación de la voluntad, que nos permite actuar libremente, como deseemos, en nuestra condición de “Corrientes de Vida Independientes”.

A la Madre Mercedes se la ha conocido desde tiempos muy remotos como miembro de la Jerarquía Espiritual y hermana de la Madre Kwan Yin, la Diosa del la Misericordia para China y Japón.

 Al ser una “Madre Libertadora”, la Madre Mercedes trabaja en el Séptimo Rayo Violeta de la Libertad y la Transmutación, como regente del Maestro Saint Germain, el Avatar de esta Era.

 Es la Madre de la Séptima Raza –los niños índigos o cristal, que está trayendo a la encarnación el Manú Saithru, quien es su Complemento Divino.

La liberación de la Madre Mercedes sólo tiene una restricción: su liberación nos permite actuar sin impedimentos, siempre y cuando nuestros actos no interfieran con los derechos equivalentes de otras personas.

 La Madre Mercedes fue conocida con apariencia oriental, muy similar a la figura erguida de la Madre Kwan Yin cuando porta un loto en su mano.

La figura erguida de la Madre Kwan Yin se inclina hacia la derecha, y la Madre Mercedes, hacia la izquierda.

 Este extraordinario parecido se debe a que ambas trabajaban en el Retiro Etérico de Pekín.

En la Edad Media, a la Madre Mercedes se la representó sentada y con el niño Jesús en las piernas, haciendo alusión a Redentor y Redentora; algunas veces, la Madre Kwan Yin también es representada con un niño, que nos personifica a cada uno de nosotros y a los niños Índigo de la Séptima Raza Raíz.

Para la Nueva Era, la Madre viste un traje blanco como la nieve y brillante como el sol, con brocados en oro –que representan la Edad Dorada– y tachonado de amatistas.


 Su mirada es de grandes y penetrantes ojos de color violeta. Porta la inmensa Corona de la Libertad, en oro y enjoyada de relucientes amatistas, sobre un cabello abundante, hermosamente extendido sobre sus hombros y cubierto por un fino velo blanco. Porta en su pecho la Cruz de Malta de la Libertad y lleva en sus dos manos los fragmentos de una cadena rota en pedazos, que simbolizan la liberación del “velo de maya” que la Madre Mercedes nos otorga.

A veces, suele llevar un largo bastón de mando dorado, como Señora y Madre de la Séptima Raza, y Regente del Séptimo Rayo, por el Maestro Saint Germain.

 Aunque su apariencia es la de una hermosa, dulce y serena joven, es un Ser de gran carácter, ya que su labor así lo amerita, al enfrentarse a las más duras condiciones de las energías siniestras que atan a los seres humanos en la encarnación, y ella los tiene que liberar de las fauces de un terrible ser, llamado Yama.

 Si no somos devotos de la Madre Mercedes, difícilmente nos podremos liberar de las fauces de Yama.

La Madre Mercedes es patrona de República Dominicana; la ciudad de Barcelona, en España; y la Argentina.

 Es importante que en los lugares de cautiverio de cualquier índole, se tenga una figura de la Madre Mercedes, para que, al contemplarla, el cautivo se polarice en la LIBERACIÓN y atraiga su radiante presencia, trayéndole la LIBERACIÓN
.




  
YO SOY AMOR
YO SOY AMADO/A
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DEL AMOR
YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
YO SOY UNA UNIDAD CON LA LUZ
YO SOY UNA UNIDAD CON EL ESPÍRITU
Gemma & Ismael
Emisarios del Amor y de la Paz
                                  
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1 comentario:

Columba ... dijo...

Gracias, amiga, por compartir este mensaje... lo tendré presente
Un abrazo fraternal lleno de LUZ DE AMOR
Namasté




"AUM MANI DI HANMI NAHA" ("Siempre hay un lugar para ti en mi alma")