viernes, 7 de septiembre de 2007

LA LIBERTAD TOTAL:. continuación Mensaje Maestro Amajur

LA LIBERTAD TOTAL

 

La libertad surge del estado de conciencia.

 

La libertad surge de ese estado de conciencia en donde se reconoce como un ser que nace cada mañana como un ser permanentemente nuevo, como el agua que fluye en los arroyos, que sin dejar de ser agua, es fresca a cada momento.

La libertad es ese sentimiento que permite al ser humano rechazar todas las conductas predeterminadas que su experiencia, su vida y la sociedad le han marcado, el poder decidir si desea enojarse o mantenerse alegre, si desea entristecerse o mantenerse estable, sin importar qué es lo que el mundo le está enviando.

 

La libertad se ejerce con el poder del espíritu, la libertad se alcanza cuando se ha puesto freno a los pensamientos programados de la vida, por eso la libertad es un don preciado que muy pocos alcanzan, porque muy pocos quieren renunciar a esa vida llena de pequeñas satisfacciones, que lo único que hacen es enredar en telarañas a los que son pequeños.

La libertad es la grandeza de sentirse vivos.

La libertad es la grandeza de sentirse vivos, sentirse plenos y poder disfrutar de todos los seres vivos, simplemente por el hecho de estar vivos. La libertad permite a una pareja compartir sus vidas sin esclavizar, la misma libertad es la que impulsa a los niños a tomar decisiones cada instante, sin preocuparse si son o no aceptadas.

La libertad es el estado natural del ser

La libertad es el estado natural del ser, antes de que su mente lo aprese en medio de multitud de códigos que el mundo ha implantado; sin embargo, la libertad es también el poder ajustarse a ciertas normas de conducta entendiendo la responsabilidad que implica el vivir dentro de una sociedad.

 

La libertad no es la ausencia de orden, de disciplina; la libertad no es el poder vivir desenfrenadamente.

 

La libertad es la conciencia total de poder decidir los destinos de sus propias vidas, respetando a la vez el poder de decisión que tienen los otros sobre sus respectivas vidas.

La libertad nace de la paz interior.

La libertad nace de la paz interior como una consecuencia natural de haber comprendido perfectamente cuál es el papel de la esencia espiritual del hombre en el universo. La libertad no surge de un momento desesperado, cuando el ser siente la presión del mundo y lanzando un grito se olvida de todo y busca un cambio, esa es la libertad del esclavo, aquel que se fuga de su cárcel únicamente para irse a meter a otra; no hablo de esa libertad. Hablo de la libertad de los hombres maduros, los que han buscado pacientemente y han encontrado el poder de decisión, ésta es la libertad de la que les hablo, no de aquél que un día se levanta, se aleja de todos y de todo, dispuesto a iniciar una nueva vida penando que así encontrará esa anhelada libertad, no es la libertad de los que huyen a la que me estoy refiriendo.

La libertad del hombre responsable.

Es la libertad del hombre responsable, aquél que por amor trabaja en el mundo, aquél que construye sin apegarse, aquél que ama sin esclavizar, aquél que nombra las cosas por su verdadero nombre y no por sus etiquetas, aquél que es incapaz de juzgar porque entiendo que los juicios son cadenas, aquél que vive cada día como si fuese un día nuevo, carente de pasado y con la expectativa de encontrar lo más maravilloso del mundo, aquél que vive en medio de los laberintos que las relaciones humanas establecen, que da a cada quien lo que es suyo y guarda celosamente lo que es de él, aquél a quien los desprecios no hacen mella y a quien las alabanzas las hace pasar de largo, el que permanece centrado en sí mismo dando a los demás lo mejor de sí y tomando de ellos únicamente aquello que le complace y que ha sido gustosamente ofrecido.

Esta es la libertad de la que les he hablado por tanto tiempo, una libertad de cuerpo y de mente, una libertad de alma y espíritu, la libertad que surge cuando las palabras han desaparecido, cuando los conceptos se han desvanecido, cuando el simple fluir de ideas no es sino la permanencia presente de la inspiración divina.

 

La libertad: una palabra sagrada

Esa es la libertad: una palabra sagrada que el hombre ha olvidado, un modo de vivir que se ha perdido en la selva de la confusión; por esa razón, es conveniente venir y sembrar semillas de libertad, porque una vez que han sido colocadas en la tierra fértil, empezaremos a ver pequeñas plantas exóticas, tal vez por lo raro de su aroma, que empezarán a florecer en medio de los pantanos, o tal vez en medio de los desiertos.

 

Porque estas raras flores no se alimentan de lo que el suelo les da, no les importa vivir en ambientes húmedos o secos, sus raíces son capaces de penetrar cualquier suelo, porque su alimentación proviene del espíritu, del cielo de la conciencia, de lo más interno de ellas mismas; estas raras flores son coleccionadas celosamente por Shamballa y aunque en la tierra tal vez pasen desapercibidas, en Shamballa existen numerosos trabajadores al cuidado de ellas.

 

Cultivar la flor de la Libertad.

Hoy he venido a sembrar, ustedes son la tierra fértil, esperaremos que algún día alguna exótica flor aparecerá en el horizonte de la tierra, y entonces sabremos que la siembra ha sido un éxito y que los hombres libres están siendo una realidad.

Cultivar la flor significa vivir en el interior, extraer la fuerza suficiente para adquirir ese maravilloso poder de decisión, la excelsa autonomía que un ser puede ejercer con su vida.

 

Por nuestra parte, nos retiramos para pacientemente esperar a que el momento de la germinación sea hecho y entonces tal vez mis palabras resuenen más alto, tal vez estos mensajes se multipliquen y, entonces, un nuevo jardín empiece a aparecer en la tierra.

 

9.               LA CÁRCEL DE LA SEGURIDAD.

          

Las leyes universales y la libertad total.

Vamos a seguir platicando de libertad porque las palabras que hablan de libertad impregnan al aire con su esencia y, solamente aquel que respira ese aire, puede llegar a hacerlo una realidad en su vida.

 

La libertad total tal vez sea una utopía, puesto que todo está regido por leyes universales, pero adquirir la conciencia del total de posibilidades que un ser tiene a su disposición es alcanzar el sumo de libertad, que es posible a su escala de evolución.

Una planta tiene la libertad de hundir sus raíces en la tierra y levantar sus hojas cara al sol y extenderse hasta donde la potencia de su semilla le permita, esa es su libertad.

Las montañas permanecen de pie observando y son prácticamente inmunes al paso de los años, sobreviven a los incendios, a las inundaciones, a las heladas, permanecen incólumes, como testigos de un tiempo que viene y se va, transformando al mundo a sus pies, cambiándolo de ropajes y aprendiendo, quizá, en términos totalmente desconocidos para los hombres, y esa es su libertad.

Las posibilidades del hombre.

Pero el hombre nace con las alas de las aves, con la posibilidad de crecer cara al sol, con la fortaleza de las montañas para resistir el embate de los tiempos y con muchas otras más posibilidades y, a pesar de todo ello, su mente nubla la luz del sol, empequeñece sus fuerzas, recorta sus alas, se niega a sí mismo y vive una vida miserable; esa no es su libertad, la raíz de la esclavitud humana reside en los filtros que su mente ha construido, basada en experiencias dolorosas propias y ajenas, padeciendo una extraña enfermedad que le permite asignarse todos los males de la humanidad, multiplicando así su pequeñez, expandiendo su dolor y negándose a un mundo que le pertenece.

Esa es la historia de un ser humano que, mientras su cuerpo crece, sus posibilidades se hacen más pequeñas, la paradoja en la que el hombre pareciera divertirse viviendo en un mundo de espejos, que no hacen sino multiplicar sus defectos; colocando cadenas a sus pies y después mostrándole al resto del mundo que eso es lo correcto, construyendo códigos y legislaciones para que todos puedan disfrutar de las mismas cadenas.

Cadenas y más cadenas.

Un individuo inventa un nuevo delito y una nación se encarga de legislar para poner una nueva cadena a todos sus individuos, así pues, las aisladas limitantes que demuestran algunos miembros de la sociedad, sirven para tipificar delitos que después son evitados con leyes, que después cortan las alas al resto de los hombres sanos, y éstos, que no pueden volar porque se han construido un nido sin puertas ni ventanas, educan a sus propios hijos para que puedan vivir contentos dentro del mismo nido, cárceles que separan a un mundo de posibilidades de un mundo de pequeñeces.

 

Y los filósofos hablan diciendo que sólo en un marco de legalidad es posible hablar de libertad y se olvidan que la libertad es la esencia natural del hombre, que la misma naturaleza se encargó ya de limitar, el resto no es sino invención humana en donde, de los hechos particulares se saltan a establecer reglas generales, previendo delitos que nunca irán a ocurrir y haciendo generalizaciones de aquellas cosas que sólo son válidas para individuos aislados; y así, se crea una triste ironía: el hombre para disfrutar de su libertad, vive en casas que tienen puertas con cerrojos, ventanas con seguros, puertas con candados y a sus posesiones las asegura nuevamente y asegura su vida, y asegura su suerte y detrás de todos esos seguros impera un temor que nunca se ve aquietado, que nunca se satisface, un temor que llena de nubes el futuro que debiera verse glorioso.

 

Los profetas de lo negro.

 

Una permanente angustia creada por las voces de aquellos que hablan y repiten lo que nunca debiera repetirse, cada tragedia es multiplicada y amplificada por los profetas de lo negro, por los diarios y la televisión, buscando que en cada conciencia del hombre se siembre la semilla de aquello que pudiera pasar

En ese mundo de imaginaciones, todas ellas negativas, crece el hombre fabricando un futuro que debe llenar de seguros porque eso es lo que han sembrado en su mente; cómo entonces, aspiramos a vivir en libertad si somos permanentes rumiantes de tragedias, ecos interminables de todo lo malo y que gozamos transmitiéndolo a nuestros hijos, preparándolos para que puedan afrontar ese mundo, que nosotros llamamos real, y que no es sino una vista parcial en donde cuidadosamente hemos seleccionado todas aquellas tragedias y dolores que aisladamente se repiten en la sociedad.

Pero... ¿Cuál es la verdad de lo cotidiano?

 

La verdad es que los hombres ríen más de lo que lloran, que cada día hay más sonrisas en los labios que lágrimas en los ojos.

La verdad es que al hombre le gusta gozar y rehuye el dolor. Pero eso es imperceptible para los que forman la opinión y es tan grande la influencia que tienen que a los propios seres humanos se les olvida que es más frecuente la risa que el llanto, pero cuando la soledad llega y cada ser encuentra a sí mismo con sus diálogos mentales, empieza a cosechar los frutos que él mismo sembrara, las flores del temor, los frutos de la angustia, la cosecha de lo negativo se levanta una, y otra, y otra vez, y el hombre entonces huye de su soledad.

 

        ¿Cómo disfrutar de su propia mente, si su mente le regresa todo lo negativo que ha sembrado?

 

        ¿Cómo complacerse en sus propios pensamientos, si estos parecieran ser grabaciones interminables de todo lo negativo que la televisión, las noticias, los diarios y los amigos se han preocupado por grabar?

 

        ¿Dónde está entonces la libertad?

        ¿Cómo el hombre puede sustraerse al influjo de un medio ambiente que se empeña en seleccionar tragedias para servirlas como manjares a una mente ávida de información?, ¿cuál debe de ser la vida, la disciplina, la enseñanza, que rompiendo cadenas, muestre diferente al hombre que desea la libertad?

        ¿Cómo darse cuenta de que las alas han permanecido plegadas porque los nidos fueron construidos como cárceles?

        ¿Cómo amar a alguien sin sentir el temor a perderlo?, ¿cómo hacer el bien sin esperar a cambio algo similar?

        ¿Cómo construir, sin vivir esclavos de esas construcciones?

        ¿Cuál es el secreto que se esconde detrás de esa misteriosa palabra llamada libertad?

 

La libertad surge de la conciencia de saberse un ser divino.

Para responderla podríamos dedicar volúmenes enteros, adentrarnos en profundas implicaciones filosóficas, derivadas de las acciones de los hombres, pero tan sólo encadenaríamos más a la mente y empezaríamos a legislar la libertad, y eso no puede legislarse, porque la libertad de la que yo hablo, es la que surge de la conciencia de saberse un ser divino, la que brota espontánea, nacida de las propias posibilidades que el ser humano tiene de manifestación, es la que se respira cuando se es consciente de que, siendo parte de una colectividad de seres, todos nacieron con los mismos derechos y las mismas libertades.

La libertad es el ejercicio pleno de las facultades espirituales.

La libertad va creciendo de la misma forma como crece la libertad de la flor y que primero se manifiesta en movimiento ascendente, después en apertura de botones y finalmente en el aroma que se esparce enviando un mensaje a toda la naturaleza.

 

 Esa es la libertad, el ejercicio pleno de las facultades que como ser espiritual se tiene.

 

La libertad hay que descubrirla, porque no es sencillo enseñar a los hombres mirar la luz acostumbrados a la sombra, a las cadenas y a los barrotes,

 

¿cómo puede la vista percibir una luz que le es ajena?,

 

 ¿cómo pueden las alas remontarse en un vuelo, si han permanecido inmóviles por tanto tiempo?,

¿cómo romper unos barrotes que encarcelan si ni siquiera han sido percibidos por el ser?,

 ¿cómo hablar de libertad a los esclavos que no se ven a sí mismos como esclavos?

 

Hablar de un mundo libre, suena a cuento de hadas para aquellos que se han acostumbrado y que disfrutan de los grilletes que llevan arrastrando; sólo el hombre, que es capaz de sumergirse dentro de sí mismo, puede tener un vislumbre de lo que es la libertad, sólo aquél que puede sustraerse a las influencias de su propia mente, es capaz de percibir ese aroma que viene de todas partes y que habla de libertad, pero que sólo es captado cuando se utiliza la divina facultad de la intuición.

No es posible hablar de una nueva forma de vivir sin pensar en ejemplos, reglas, disciplina y entonces volver a caer, terminando en un código de conducta para hombres libres.

En realidad que el mensaje sería divertido: "para ser libres hay que cumplir con estas diez reglas", y si fuera posible, el espíritu soltaría una sonora carcajada; pero las mentes pequeñas de los seres humanos piden reglas, piden ejemplos para poder ver más claro cómo se tiene que ser libre; curioso lenguaje el que utilizan los esclavos, nunca hemos dicho que se tenga que ser libre, nunca daremos un decálogo de principios o una serie de reglas para que el hombre alcance la libertad; el lenguaje, aún por ser el vestido, aplica cadenas a los conceptos mentales y estos se traducen en disciplina y lógica que encadenan nuevamente a aquellos discípulos que creen estar aspirando a la libertad.

Seguridad y cárceles vs libertad.

Sumérjanse en el contexto de mis palabras, muévanse como se mueve el agua de los arroyos, floten como lo hace el aroma de las flores, elévense a las alturas de la conciencia y en un momento de inspiración divina verán todo lo ilógico de ese lógico mundo en el que viven.

 

Observarán las cárceles que ustedes mismos han construido para sentirse libres y entenderán que, en busca de una seguridad, el hombre construye su propia cárcel al igual que lo hacen las orugas, con la única diferencia que ellas salen un día convertidas en mariposa y el hombre se libera de su capullo una vez que su vida mortal ha terminado.

 

 

Mediten en mis palabras,

 pero aspirando el aroma, el aroma de la libertad.

 

2 comentarios:

luis ortiz dijo...

si las aves y los rios y los vientos
siempre cantan muy contentos
alabanzas a el creador

hoy quiero unirme a la voz del universo
y decirte muy contento
GRACIAS MIL, GRACIAS SEÑOR!!!

Gracias Maestro Amajur por que no me abandonas...
Gracias por tu amor infinito y tu entendimiento sin limite...
Gracias por qur intercedes por todos nosotros.
a pesar de nuestros errores,

Gracias por que aunque me encuentro muy lejos
tu siempre estas muy cerca...
Aunque me encuentr en un lugar obscuro
tu siempre me iluminas....

DIOS BENDIGA TU LABOR EN ESTE PLANO MATERIAL!!!

Luz . dijo...

Gracias hermosa !!!!!!.... Bellisimo tu post