¡¡¡Tú También Eres Dios!!!!

“TÚ TAMBIEN ERES DIOS”

DE:: Luis Enrique Santoyo

mensajerosdelaluz@yahoo.com.mx

Queridas Maestras y queridos Maestros de la Nueva Energía,

Estamos en la semana llamada Santa en memoria de esos pocos días que hace más de dos mil años nos dejara Yeshua grabada con eventos dramáticos para que nunca se olvidara su mensaje. Pero, muchas veces, en vez de recordar el mensaje se recuerda sólo el drama.

El sufrimiento que pasó Yeshua es sólo el indicador de lo importante del mensaje. ¿Y cuál era el mensaje? A veces creemos que está en la Biblia, en esos cuatro evangelios que se eligieron de entre muchos posibles, para ser incluidos como “el Nuevo Testamento”. Lamentablemente esos evangelios fueron pasados a censura y en gran parte se alejan de la verdad o ésta fue eliminada para que el mensaje de la religión que se los apropió pudiera servir a sus propósitos, que no eran los mismos del cristianismo original de Yeshua.

¿Cómo conocer el verdadero Mensaje de Yeshua?

Tobías nos lo dice claramente en su “Nueva Biblia” de más de 200 páginas. De todas esas páginas sólo una está impresa y dice:

“TÚ TAMBIEN ERES DIOS”

Sí, ese fue el grandioso mensaje que daba Yeshua. Lo decía a veces como:

“El Reino de los Cielos está dentro de Ti”.

Tan sencillo. Tan poderoso. Y tan olvidado.

¿Por qué es tan poderoso? Porque te dice que todas las respuestas y todo el amor lo encuentras dentro de ti mismo.

El cielo no es un lugar a dónde ir, sino una metáfora de que en cada estado de consciencia se tiene un “cielo” o grado de consciencia más elevada. Y “los (muchos) cielos” se refiere a que cada vez que logramos un “cielo”, aparece otro cielo, correspondiente al nuevo estado de conciencia. Y así se da la evolución.

Sabemos que en el plano terrenal hemos vivido unos de los niveles más bajos de conciencia de la creación (pero hay más bajos, que afortunadamente no elegimos) y que venimos a experienciarlos y a evolucionar para salir de ellos.

El proceso de evolución se da en el Reino de los Cielos. Y ése está dentro de cada uno de nosotros. ¿Cómo es eso? Pues porque “Tú también eres Dios”. Sólo que nos hemos disfrazado de humanos para poder experienciar estas emociones y estas creencias ilusorias que nosotros mismos creamos.

Pero Yeshua nos vino a hacer el recordatorio que se requería pues la consciencia colectiva estaba muy baja en esas épocas del gran experimento de la humanidad en la Tierra.

Las personas habían entregado su poder a otros como resultado de tantos años de vivir con la creencia del bien y del mal, del juicio y las culpas y el miedo y el castigo y demás conceptos limitantes de la gran experiencia que se venía a vivir.

En esa época –y muchas antes- había grandes grupos de pobladores de la Tierra viviendo en la más terrible miseria y enfermedades, esclavitud, guerras y la espiritualidad estaba vuelta idolatría y dominación. El ser humano se había vuelto sólo humano y se había olvidado del Ser, de su parte espiritual.

Originalmente ese era el plan: estar aquí, pero tener la consciencia de ser un espíritu en una experiencia humana, pero la caída de la conciencia de la humanidad provocó la desconexión con el Amor Divino y se perdió la consciencia original del amor.

Y el plan de reconectar con el Amor Divino a la humanidad correspondía a Yeshua y a María Magdalena. Ellos vinieron a sembrar la semilla del Amor Divino, para crear la Matriz del amor una vez más en la Tierra. Lo que terminaría con el conocimiento del bien y del mal y todo lo que se deriva del miedo.

Para que todo el plan fuera efectivo, estaba previsto en los reinos superiores que Yeshua tomaría el duro camino de sufrir la muerte a manos de la ignorancia, de la conciencia baja de la época, para que hubiera una reacción de la humanidad, pero que su trabajo seguiría con las personas que él había conjuntado a su alrededor y preparado en el conocimiento del amor:

los apóstoles.

Y Yeshua encargó el seguimiento de esa tarea a la persona de más avanzada consciencia de entre todos sus seguidores: a María Magdalena, su amada.

Eran almas gemelas en una grandiosa misión conjunta de su Ser. María Magdalena era un ser de tan alta consciencia como el propio Yeshua.

Ella había enseñado muchas cosas a Yeshua y Él a Ella. Ella era una sacerdotisa del Tantra de los Nazarenos.

Ella era la dirigente de un grupo de apóstoles mujeres que recibían sus enseñanzas y que tenían gran influencia entre la gente.

Pero la consciencia colectiva de la época era muy fuerte y los apóstoles hombres no pudieron resistir su influencia. Se opusieron a que María Magdalena fuera quien dirigiera la tarea siguiente.

Ello a pesar de que Yeshua lo había decidido así y que en la orden de los Esenios Nazarenos, la de más avanzada conciencia de la época, se vivía en una real igualdad entre hombres y mujeres. Eso no era aceptable en la cultura de la época donde la mujer no contaba para nada; la ley daba al hombre derechos sobre la mujer en un grado de enorme indignidad, reflejando el temor y la ignorancia: la cultura del bien y del mal donde se igualaba a la mujer con el mal.

Y María Magdalena, comprendió lo que pasaba y en un acto de amor, congruente con las enseñanzas que predicaba con Yeshua, dejó que las cosas sucedieran, no se opuso para no crear un cisma entre los seguidores de Yeshua en tan delicada situación.

Pero las mujeres siguieron apoyando a María Magdalena y lo designado por Yeshua. Esto lo relata ella misma en una canalización con Kuthumi.

María Magdalena tuvo que ser sacada de Jerusalén para protegerles de ataques de los fanáticos que habían seguido las manipulaciones de los sacerdotes del templo para lograr que Poncio Pilatos permitiera la muerte por crucifixión de Yeshua.

Una realidad peligrosa. Iba junto con sus tres hijos, con la Madre María y otros familiares y amigos, entre los cuales iba Salomé, su casi hermana, compañera de la formación de sacerdotisa tantra de los Nazarenos y quien tanto ayudara a Yeshua a través de María Magdalena pues era la hijastra de Herodes, el poderoso romano que dominaba la región, y ella usaba esa protección para ayudarles. Ambas mujeres fueron desprestigiadas por la cultura machista para que la historia no registrara sus valientes y valiosas acciones. Hay mucho que ya está saliendo a la luz en esta época.

María Magdalena y sus acompañantes salieron de Jerusalén bajo la protección de José de Arimatea, tío de Yeshua, llamado “el archidruida” por su sabiduría y sus acciones en Inglaterra, quien era un poderoso y rico comerciante de estaño y quien había sido de gran influencia y apoyo a Yeshua en su desarrollo espiritual de la infancia y juventud. Fueron a Francia primero y allí, en la región suroccidental de Francia conocida como Langedoc (“de la lengua doc”) María Magdalena siguió sus enseñanzas de lo que podemos considerar el cristianismo auténtico. Esto lo pueden desenterrar un poco en la interesante novela “la Esperada”, de reciente aparición.

En Francia hubo gran influencia de María Magdalena y posteriormente de su hija Sara Tamar, cuya rama de linaje se manifestó como los reyes de Francia y Alemania y Dinamarca por varios siglos.

La rama del hijo menor de Yeshua y María Magdalena, Yeshua David –nombre dado en honor del propio Yeshua y del gran Rey David, de quien éste era descendiente-, se desarrolló en Inglaterra, donde muy chico fue con María Magdalena y José de Arimatea y Salomé. Allí fundaron los primeros templos de cristianismo original en los mismos sitios y con los mismos materiales donde los druidas habían construido sus círculos de poder a lo largo de una línea que cruza toda la isla, y de los cuales sólo quedaron sin templo los sitios de Stonhenge y Avebury, que hoy admiramos.

En Inglaterra el linaje de María Magdalena dio origen a los Reyes de Inglaterra de muchos siglos también. Actualmente se estima en un millón de personas a los descendientes vivos del linaje de María Magdalena.

Yeshua y María Magdalena eran ambos descendientes de reyes notables. Y ambos habían sido formados para ser Reyes. Pero fueron más que eso. Hay mucho que sabremos pronto de la real historia, de los grandiosos hechos que los poderosos quisieron ocultar: ya está casi terminado de traducir el Evangelio de María Magdalena y está “El Libro del Amor”, escrito por el propio Yeshua, que acabará con las tergiversaciones históricas de los viejos y actuales intereses de poder.

A dos mil años de ello, podemos ya seguir el plan Divino original a cargo de Yeshua y María Magdalena. Ahora podemos tener acceso a la matriz del Amor Divino. Ya están aquí las energías femeninas y masculinas que podemos balancear en nosotros y lograr el amor UNO. Y en pareja el DOS para ir al UNO de pareja al fundir sus almas. Tal como lo lograron Yeshua y María Magdalena.

Ese es también un regalo que nos dejaron de su misión y es magnífico.

Se acaba la dualidad, el miedo, el juicio, el bien y el mal.

También hay tareas actuales para quienes estuvimos en esa época en una u otra función y es la de difundir la verdad y de re-conectarnos al Amor Divino, que era el plan original a cargo de Yeshua y María Magdalena.

Ambos difundieron el mensaje que estamos conmemorando con la semana Santa:

“TÚ TAMBIÉN ERES DIOS”

Toma un momento para reflexionarlo y ten este recuerdo en tu corazón y no te quedes sólo en el drama que Yeshua vivió consciente y amorosamente como apenas una parte de la grandiosa misión que tenía con María Magdalena.

Y con la amada Madre María y los demás seres de altísima consciencia que llegaron entonces a facilitar que se diera el gran evento.

Reciban amor y bendiciones

Adonai

Luis Enrique Santoyo

CÍRCULO CARMESÍ

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