sábado, 31 de mayo de 2008

Puedes Abandonar a la Mesa de tus Pensamientos.. No hagas un escándalo...

Puedes Abandonar la Mesa de tus Pensamientos


Dios Dijo:

 

No hagas un escándalo.

Incluso cuando las circunstancias parezcan extremas, no debes hacer un escándalo.

 

Incluso cuando te estás arrancando los pelos por un problema con alguien en tu vida, debes encontrar eso que aprecias que reside dentro de ella, eso que puedes apreciar verdaderamente y no simbólicamente.

 

Cuando hay una gran diferencia de opiniones, puedes estar contento de que alguien se preocupa tanto como tú por algo.

 Puedes estar contento de que vives en un lugar donde dos personas pueden no estar de acuerdo.

Puedes estar contento de que no piensan de la misma manera.

Puedes estar contento de que existe la diferencia de opiniones.

Puedes estar contento de que no fuerzas tu opinión sobre otra persona. Puedes estar contento de estar equivocado o de estar acertado.

 Puedes estar contento de que eres alguien que desea armonía por sobre la victoria. Quizás hasta puedes estar contento de mantenerte en silencio tanto como de hablar cuando es lo que tienes que hacer.

 

Incluso cuando te has inclinado hacia atrás por otra persona, y ellos no ven tu deferencia, encuentra algo con respecto a ellos que puedas apreciar, aunque tan sólo sea que son tan resueltos como tú.

 

Considera que cada persona en tu vida, no importa cuán difícil es, es un regalo para ti.

 


Puede haber sido un regalo que tuviste por un período corto o largo de tiempo. Podría ser un regalo que no aprecias.

 Puede que no sepas cómo abandonar el regalo en algún lugar porque, cuando lo haces, el recuerdo y el efecto de este regalo persiste.

Por supuesto, tu pensamiento acerca de una situación o de algún individuo no tiene que ser "Cayó piedra sin llover".

En su lugar pueden aparecer muy buenas personas, personas brillantes.

 

Amado, sé que has dejado de aferrarte a rencores de larga data.

 Ahora deja ir también a los que han sido más breves.

 Deja ir a los que duran un día, o una hora, o incluso dos minutos.

¿Por qué tenerlos? Ten todos los desacuerdos que quieras, pero que no les siga el resentimiento.

 

Todo saldrá bien, amado.

 

Los momentos suceden.

 Eso es todo lo que sucede.

Vas por una escalera horizontal y ves una vista detrás de otra.

Estás meramente pasando por la vistas. O quizás eres tú el que se está quedando quieto, y las vistas están en la escalera a tu lado.

Esta escena de la vida no tiene que molestarte. No tiene que ser nada de nada, sino un momento, un período breve sin importancia, un chasquido de los dedos.

Puedes estar seguro de que, ocurra lo que ocurra, sólo es un momento pasajero.

Puedes deshacerte de él.

Puedes deshacerte de él con sólo dejar de retenerlo. Puedes dejarlo ir.

En todo caso, él te está dejando a ti.

 Sólo puede ser un pensamiento pasajero al que tratas de aferrarte. No hay otra cosa de la cual aferrarse.


Con las ocurrencias y la gente en la vida, no tienes que revivir cada momento, ni pesarlo, ni editarlo.

 

Vive, y todo es cuidado de la misma manera que la comida que comes.

No tienes que insistir en que tu comida se digiera. Tampoco tienes que insistir en que la vida tome cierto curso. Puedes levantarte en medio de una comida.


No tienes que permanecer sentado a la mesa. Puedes levantarte e ir a sentarte a otra mesa o dar un paseo por el parque.

 

Lo mismo sucede con tus pensamientos.

 Puedes abandonar la mesa de tus pensamientos.

No tienes que mantenerlos en la esclavitud.

 

 Tu mente es un receptáculo de tus pensamientos, pero no tienes que abrigar a cada pensamiento.

Tus pensamientos pueden avanzar.


No tienes que saludarlos.

Incluso cuando lo haces, eres capaz de hacerlo sin mirar hacia atrás.

 

Traducido por: Cecilia Ricardini

 

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1 comentario:

mariela medina dijo...

Cracias por esa preciosa informacion.