LA MISIÓN DE LA MUJER
Un pequeño faro en esta Bendita Era de
ACUARIO *.
I N D I C E
MENSAJE
LIBERACIÓN
CAMINO DE FELICIDAD SIEMBRA Y COSECHA
ENSEÑEMOS A BENDECIR
¿Y EL PENSAMIENTO?
LA TRANSMUTACIÓN
PRIMERO LA ARMONÍA
LA REALIZACIÓN * LA FELICIDAD
LA MISIÓN DE LA MUJER
MENSAJE
Espero Que encuentres en estos breves mensajes la luz que ilumine tu camino como pequeño faro en esta Bendita Era de Acuario que estamos iniciando y que te ayuden a vivir mejor para alcanzar la perfección, la realización y la felicidad para la que ha sido creado el ser humano. Bendiciones.
Fraternalmente
• Alsasá *
L I B E R A C I O N
Hasta ahora se ha escrito sobre el éxito y el comportamiento del ser humano, pero ante todo y COMO BASE está la mujer, COMO EDUCADORA O MADRE.
La humanidad entera espera de la mujer grandes cambios, una verdadera liberación, pero liberación del engaño, de la mentira, del odio, del rencor, de la injusticia y de todos los pensamientos, palabras y actos negativos que conducen a la mujer, y por lo tanto a quienes la rodean, (Hijos, hermanos, pacientes, etc.), por un camino de sufrimiento del cual es preciso liberarse para encontrar la felicidad, paz y armonía durante tanto tiempo anheladas.
Está en la mujer la Gran Responsabilidad de la educación de la humanidad, empezando por nosotras mismas, mediante nuevos métodos.
CAMINO DE LA FELICIDAD
Como primer punto nos corresponde dar a conocer a quienes tengamos a nuestro cargo el conocimiento de la Creación.
Todos hemos sido credos por un pensamiento Divino, para alcanzar la felicidad siguiendo el camino recto de las Leyes Divinas.
Para encontrar la felicidad es necesario amar La Vida en todas sus manifestaciones. ¿Como amar la vida? La vida debe respetarse, vida mineral, vida vegetal, vida animal y todo cuanto nos rodea ya que todo tiene Vida. Amar es Bendecir.
¿Y nuestra propia Vida? Más que todo debemos respetarla mediante nuestros hábitos de higiene y alimentación.
Un cuerpo sano y limpio genera amor a la vida, ideas creadoras, entusiasmo y dinamismo, respecto a los demás y a sí mismo.
SIEMBRA Y COSECHA
¿Qué ejemplo damos a nuestros hijos? ¿Qué palabras utilizamos? ¿Qué pensamos acerca de ellos y de la humanidad en general? ¿Qué les enseñamos respecto a la vida de nuestros vecinos, nuestros hermanos co-nacionales y nuestros hermanos en este Planeta Tierra?
Todos hemos sido creados por Dios y no debemos juzgar ni criticar a los demás... Recordemos las palabras del Maestro Jesús “Todo lo que sembrareis, eso mismo cosecharéis”
Enseñemos a nuestros hijos a sembrar paz, armonía, felicidad, trabajo, orden, limpieza, fe, amor, bendiciones y todo lo positivo, ayudándolos siempre con nuestros consejos, orientación y ejemplos. Sólo así podremos sentir que estamos cumpliendo con nuestra misión de hacer de nuestros hijos, nuestros esposos y de nosotras mismas, verdaderos hijos de Dios, edificando día a día con nuestro cuerpo, un Templo viviente para Adorar a Dios en Espíritu y en Verdad.
Empecemos ahora, hagamos un cambio en nuestras vidas por nuestros hijos, por nosotras mismas, por nuestra felicidad, para alcanzar la armonía en el hogar primeramente, y después con nuestros parientes, vecinos y amigos en general.
¿Y la siembra anterior? Habremos de cosecharla también, pero ya con conocimiento, tendremos arrepentimiento verdadero y pidiendo perdón y misericordia y bendiciendo todo a nuestro paso, habremos de terminar en corto tiempo con una cosecha de sufrimiento ya que desde hoy nuestra siembra es de amor y bendiciones para cosechar la felicidad.
¿Ahora debemos pensar y analizar qué es nuestro alimento? ¿De qué está hecho y para qué nos sirve?
Todo alimento de la naturaleza nace de la Madre Tierra, y se alimenta de Agua, Aire y Energía del Sol.
Entonces, estos mismos 4 elementos: Tierra, Agua, aire y Fuego, es de lo que está formado nuestro organismo o cuerpo de manifestación, nos alimentamos de la tierra, bebemos agua, respiramos aire y recibimos energía solar... y... ¿nos acordamos de agradecer y bendecir todo esto que nos da El Creador?
¿Enseñamos a nuestros hijos a bendecir los alimentos? ¿A bendecir el agua que toman? ¿El aire que respiran? ¿Y el sol que nos da vida?
Es tiempo hoy mismo de comenzar a bendecir y sentir la maravillosa sensación de tener más vida, más deseos de vivir que genera nuestra actitud positiva y el saber que nuestro cuerpo y los 4 elementos principales que lo forman están colmados de bendiciones.
Que fresco y saludable respirar el aire Bendito.
Que refrescante y sabrosa el Agua Bendita.
Que acogedor y purificador el Bendito Fuego solar.
Que firme y segura la Bendita tierra que pisamos.
Que cambio tan grande en nuestras vidas y tan solo con una pequeña frase repetida desde que abrimos nuestros ojos y pisamos el suelo para dar el primer paso, hasta la respiración profunda que nos dispone al merecido descanso de cada Bendito día de trabajo y esta frase es:
“En el nombre de Dios: Tierra, Agua, aire y fuego, Benditos sean”.
¿Y EL PENSAMIENTO?
También debemos aprender y enseñar que todos tenemos un cuerpo que se ve y alma que no se ve, pero que existe porque piensa.
Aún y cuando el pensamiento no se ve, se sabe que existe por las ideas que podemos convertir en acciones o palabras.
A esta fuente de energía se le denomina éter, o elemento etéreo, o alma, porque no se ve, es espiritual y se sabe que existe por el aroma de las flores, el olor de las frutas y por las vibraciones o irradiaciones de nuestro pensamiento.
Empecemos ya a cultivar nuestro pensamiento con ideas clara, positivas, con bendiciones, a fin de recibir en corto tiempo la recompensa de una Paz y Tranquilidad internas que se reflejarán en nuestras actitudes diarias que nos presenta la vida.
LA TRANSMUTACIÓN
Todo en el Universo está vibrando constantemente, sólo que en distinta escala de vibración y toda vibración es pensamiento y todo pensamiento es mente, es espíritu, en diferente escala de manifestación.
A medida que nuestra mente esté vibrando o irradiando pensamientos más positivos, tendremos una escala superior de manifestación y nuestro cuerpo, se irá espiritualizando y se irá transmutando en un cuerpo más dócil para emitir ideas más claras y luminosas, y el ser se irá convirtiendo en una persona más justa y amorosa.
El amor es la fuerza positiva que une la materia, los átomos. Donde hay amor hay unión, donde hay odio hay separación.
¿Qué vamos a enseñar a nuestros hijos? ¿Qué ejemplo a seguir debemos inculcarles? El amor da la vida y la vida se manifiesta en todo.
Siendo amorosos seremos justos, y la justicia es quitarse el egoísmo, pensar en los demás como si fuésemos nosotros mismos. Y estos dos conceptos que forman una Sagrada Ley que es la Le de Amor y Justicia convierten al ser humano en un ser cuya mente ilumina todo su camino y ya no hay obstáculos que se presenten que no s puedan resolver.
La mente ha crecido, ha hecho armonía con el Universo, se ha elevado y sigue el camino recto que le dicta su conciencia para hacer la Voluntad de Dios.
PRIMERO LA ARMONÍA
Actualmente es común encontrarnos con esposas y madres deseosas de realizarse académicamente para obtener un título profesional aún a costa de esfuerzo y sacrificio, y debemos preguntarnos: ¿hasta qué grado se deben descuidar las obligaciones del hogar y sobre todo la educación de nuestros hijos por nuestra propia satisfacción o realización?
La Madre ante todo debe pensar que ya no está sola y que de ella dependen seres pequeños, mentes moldeables a influencias extrañas que como radares están captando hasta el más leve movimiento, a nuestros hijos no debemos engañarlos, necesitamos ser sinceras con ellos y con nosotras mismas y tratar de resolver con armonía todas las situaciones, ya que de nosotras depende en gran parte la estabilidad emocional de la familia.
Sabemos que el camino que nos lleva a la perfección y por lo tanto nos dará la felicidad no se encuentra con engaños, ni mentiras, y nuestra conciencia es nuestro más severo Juez, debemos encontrar Primero La Armonía del Hogar, ser fieles a nuestras ideas y conceptos y aceptar siempre la voluntas de Dios para no equivocar nuestro camino y entregar nuestra mente en dualidad para continuar el camino hacia nuestra perfección.
LA REALIZACIÓN * LA FELICIDAD
Desde que el ser humano encuentra su camino y lo sigue o trata de cumplir con su misión, se realiza, se siente feliz, y esta felicidad desea compartirla con sus semejantes. Imaginemos a la Madre que contribuyó a la felicidad de su hijo con buenos consejos, orientación apropiada y apoyo desinteresado. Imaginemos a la esposa que con amor infinito y abnegación bien encauzada puede ver la realización del esposo.
Cuanta dicha. Cuanta alegría. Que gran premio a su callada labor, a su modesta pero al mismo tiempo, inmensa colaboración. No necesita de frases elogiosas, ni reportajes elocuentes. ¡¡¡No!!! Una madre, una esposa o una hija solo necesita presenciar o palpar esta felicidad, esta realización para sentirse halagada, orgullosa, escogida por Dios, y satisfecha de haber cumplido su misión y sin que nadie se entere, desde muy dentro de su corazón, murmurará ¡¡¡Gracias, Dios Mío!!!
El amor y la comprensión recíproca son esenciales para que la mujer vierta en el ser amado, su caudal de bendiciones y alabanzas como un cántaro de agua limpia y cristalina que refresca y mitiga la sed del caminante.
Igualmente al ver al ser amado caído, débil e indefenso, clamando desesperado por ayuda Divina, ..allí está Ella “La Mujer”, en el momento preciso, para infundir ánimo, para guiar, dar fortaleza, fe, amor y elevar una oración.
Y también en estos momentos ella murmurará ¡¡¡Gracias, Dios Mío!!!, por permitirme estar a su lado, brindarle consuelo y ser parte de su vida.
LA MISION DE LA MUJER
La Mujer es un pilar fuerte que no debe vencerse fácilmente y esto sólo se logra con amor a Dios y al prójimo.
Cultivemos las virtudes que como mujeres tenemos en nuestro ser y que al igual que semillitas necesitan de nuestros cuidados y cariño para crecer y florecer.
Pongamos nuestros ojos en El Creador y el sabrá escucharnos, ya que La Mujer es LA BASE para la Felicidad y la Perfección de la Humanidad.
Como mujeres, tenemos el gran deber y a la vez el inmenso privilegio de guiar, mostrar el camino, pero con nuestros propios pasos, dejar la huella que seguirán las generaciones futuras.
En nosotras está la fuerza que Dios espera para salvar a la Humanidad.
Sigamos adelante. Mostremos el camino con firmeza y amor. Hagamos el sendero con bendiciones y justicia. Abramos la brecha con fortaleza y verdad.
Esa es nuestra Gran Misión y en nosotras está el que podamos cumplirla solo elevando nuestra mirada a Dios, haciendo siempre su Santa y Divina Voluntad para alcanzar nuestra realización y felicidad.
ORDEN DE LA ROSA MÚLTIPLE, A. C.
Sociedad de Estudios Psíquicos,
Filosóficos y Culturales.
Oro Mu Monterrey, México